LA PROFESORA QUE VOLVIÓ DIFERENTE
¡Vaya jueves! y ¿pensar que yo me iba a convertir en lo que ahora soy?... dios...
Todo empezó el día en que nuestra profesora de Literatura, Katrina, volvió al instituto.
Era una mujer jovencilla, lista, con las idea claras y con un punto interesante.
Katrina, llevaba dos días sin asistir a clase... algo bastante raro. ¿Qué podría ser? no lo sé, pero sabía, que hasta que no lo averiguara no pararía de investigar.
El día en que por fin se dignó a ir a clase, después de seis faltas, la noté algo extraña... su ropa era muy oscura, sus ojos iban perfilados con un lápiz de ojos negro bastante intenso y sus tacones... sus tacones llevaban la marca de Satán en la punta...
¿Qué la había hecho cambiar tanto? Siempre iba vestida con unos ropajes muy alegres, jamás la ví con tacones, al revés, siempre iba sencilla, con sus deportes de siempre.
La última hora de clase nos tocaba con ella, y al salir, me dí cuenta de que se me olvidó el libro de matemáticas, por lo que si no volvía a por él, no podría estudiar para el examen trimestral que tendríamos al día siguiente.
Y entonces vi algo que ojalá no hubiera visto...
Era Katrina. Su boca se situaba en la parte derecha del cuello de Iván, un compañero de mi clase... su boca estaba en la parte en donde su sangre fluía con más cantidad...
Entonces me miró con cara de rabia y me dijo...
KATRINA- ¿Qué haces aquí, niña? ¿Es qué te quieres unir? ja,ja.ja,ja ven aquí anda...
¡ERA UNA VAMPIRO!
Se me lanzó a lo bestia y empotrándome contra la pared, empezó a morderme el cuello. Aún recuerdo el dolor y el gusto que sentía, ante el primer picotazo...
Eran como si dos enormes agujas gordas y afiladas, chuparan y chuparan mi sangre sin parar... el dolor era increíble.... sentías como si un veneno mortífero penetrara en tus venas muy lentamente... era un dolor tan grande, pero a la vez, tan soportable... lo único que recuerdo de él es que me gustaba...
Y entonces al día siguiente...
CONTINUARÁ
¡Vaya jueves! y ¿pensar que yo me iba a convertir en lo que ahora soy?... dios...
Todo empezó el día en que nuestra profesora de Literatura, Katrina, volvió al instituto.
Era una mujer jovencilla, lista, con las idea claras y con un punto interesante.
Katrina, llevaba dos días sin asistir a clase... algo bastante raro. ¿Qué podría ser? no lo sé, pero sabía, que hasta que no lo averiguara no pararía de investigar.
El día en que por fin se dignó a ir a clase, después de seis faltas, la noté algo extraña... su ropa era muy oscura, sus ojos iban perfilados con un lápiz de ojos negro bastante intenso y sus tacones... sus tacones llevaban la marca de Satán en la punta...
¿Qué la había hecho cambiar tanto? Siempre iba vestida con unos ropajes muy alegres, jamás la ví con tacones, al revés, siempre iba sencilla, con sus deportes de siempre.
La última hora de clase nos tocaba con ella, y al salir, me dí cuenta de que se me olvidó el libro de matemáticas, por lo que si no volvía a por él, no podría estudiar para el examen trimestral que tendríamos al día siguiente.
Y entonces vi algo que ojalá no hubiera visto...
Era Katrina. Su boca se situaba en la parte derecha del cuello de Iván, un compañero de mi clase... su boca estaba en la parte en donde su sangre fluía con más cantidad...
Entonces me miró con cara de rabia y me dijo...
KATRINA- ¿Qué haces aquí, niña? ¿Es qué te quieres unir? ja,ja.ja,ja ven aquí anda...
¡ERA UNA VAMPIRO!
Se me lanzó a lo bestia y empotrándome contra la pared, empezó a morderme el cuello. Aún recuerdo el dolor y el gusto que sentía, ante el primer picotazo...
Eran como si dos enormes agujas gordas y afiladas, chuparan y chuparan mi sangre sin parar... el dolor era increíble.... sentías como si un veneno mortífero penetrara en tus venas muy lentamente... era un dolor tan grande, pero a la vez, tan soportable... lo único que recuerdo de él es que me gustaba...
Y entonces al día siguiente...
CONTINUARÁ
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